Cada vez cuesta más posicionarse en Internet. En realidad, si lo miramos desde un punto de vista objetivo y honesto, lo que cuesta no es posicionarse, sino seguir las indicaciones específicas que grandes buscadores como Google nos exigen.
Aquí, como en cualquier otro campo, cada uno mira sus intereses personales y Google no va a ser menos. Él nos lo deja claro: «yo te posiciono, pero para ello tendrás que seguir los pasos que te digo. Y ya te lo advierto, no te lo voy a poner fácil». Si hay un factor que Google valora y que describe como el rey de toda estrategia de posicionamiento, ese es el contenido; de ahí el Marketing de Contenidos.
Tanto lo valora que ha luchado hasta la saciedad por hacer que todo aquel que quiera estar en Internet se tome muy en serio la elaboración de contenidos. Pero no le vale cualquier escrito. Al respecto, nos ha ido dando pinceladas (no le interesa darnos demasiada información) sobre los criterios que quiere que reúnan estos contenidos, válidos tanto para un blog como para cualquier web. Lo poco que sabemos sobre ello es que le gustan:
- Los contenidos cien por cien originales. Odia todos aquellos copiados de otras páginas, puesto que los considera duplicados y nada fiables.
- También tienen que ser textos que resulten del interés de los usuarios, que supongan un aporte novedoso y que presenten información relevante para ellos.
- La extensión es otra de sus preocupaciones y por tanto, otro de los aspectos que mira con lupa. No le valen los artículos de cien o doscientas palabras. Se estima que lo apropiado serían textos de unas 350 palabras en adelante, aunque lo cierto es que entre más, mejor. Esto último es sumamente importante si hablamos de contenidos con enlaces, pues de nada le sirve un texto de 500 palabras si luego tiene treinta enlaces porque va a tener claras sospechas de que con esos enlaces estás tratando de hacer publicidad.
Todo esto forma parte de lo que Google considera contenido de calidad. O cumples con esto o ahí está el Panda, penalizándote con una mala posición.
Así que ya sabes, si no quieres ser penalizado ¡vete pensando en una estrategia de Marketing de Contenidos!